El TDAH en niños y adolescentes, o Trastorno por Déficit de Atención con/sin Hiperactividad, es un trastorno de origen neurobiológico, que se inicia en la infancia y que puede perdurar hasta la edad adulta. El TDAH presenta un patrón persistente de inatención y/o hiperactividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo del menor. Debido a las características de este trastorno, pueden dar lugar a otros problemas secundarios o repercusiones, agravando aún más la situación si no se identifica a tiempo y se trata correctamente.
Los síntomas principales del TDAH (inatención, hiperactividad e impulsividad) no son exclusivos de este trastorno, por lo que antes de diagnosticar TDAH es imprescindible realizar un diagnóstico diferencial. En ocasiones es difícil realizar el diagnóstico diferencial, primero por el solapamiento de síntomas, y segundo, porque hasta un 70% de los casos, el TDAH se asocia a otros trastornos.
Por eso es indispensable realizar una historia clínica exhaustiva, teniendo sobre todo en cuenta el inicio y la evolución de todos los síntomas (persistencia, periodos de remisión, mejoría o empeoramiento), así como antecedentes familiares psiquiátricos.