No se puede controlar todo, ni las situaciones ni nuestras emociones, pero si podemos saber con seguridad que no serán eternas.
No se puede controlar todo, ni las situaciones ni nuestras emociones, pero si podemos saber con seguridad que no serán eternas.
Y después de la tormenta siempre viene la calma, ¿siempre?. Muchas personas después del estrés o la ansiedad sufrida durante el confinamiento, puede acabar desencadenando una depresión.